Las 15 mejores actividades gratuitas en Fez

Las 15 mejores actividades gratuitas en Fez

Las 15 mejores actividades gratuitas en Fez: Siga entonces esta lista de las 15 mejores visitas, museos y actividades gratuitas que hacer en Fez, que hemos creado para que pueda disfrutar sin arruinarse.
Fez, una de las ciudades más exóticas de Marruecos, ha conservado su encanto auténtico a través de los tiempos, a pesar de todas las tentaciones de la modernidad.

Ha permanecido inalterada, perpetuando su sublime imagen de ciudad sin igual. Su minarete, sus tejados abovedados y su arquitectura de inspiración islámica son algunas de las cosas más interesantes que los visitantes pueden descubrir.
Fez es una magnífica ciudad oriental por descubrir.
Siga la guía, ¡hemos seleccionado nuestras actividades gratuitas favoritas!

Principales visitas gratuitas en Fez : La medina:

No nos cansaremos de hablar de la medina de Fez. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981, está sujeta a las estrictas normas de la organización. Todo ha permanecido intacto.

La medina, la más grande del mundo árabe, es una visita obligada en su viaje a Fez.
Es la mayor zona peatonal del mundo, donde es fácil perderse en las delicias de sus sinuosas callejuelas y zocos coloridos y perfumados, y olvidarse de uno mismo admirando la arquitectura de sus medersas y universidades.

Visitar la medina de Fez es un auténtico viaje que parece especialmente diseñado para seducir al visitante a aventurarse y perderse por sus callejones sin salida, ¡y ni siquiera el GPS de su smartphone puede ayudarle!

Fez el Bali y la puerta azul:

Fez el Bali es uno de los barrios más antiguos de la medina. Dentro de sus murallas, encontrará dos zonas bien diferenciadas, separadas por un río ondulante.

En la zona izquierda, descubrirá los edificios más históricos y la mayoría de los zocos comerciales, mientras que en la orilla derecha, un poco más deteriorada, abundan las callejuelas, escenario ideal para una sesión fotográfica inédita, con la que podrá alimentar sus historias de Instagram.
También es aquí donde descubrirá la vida local que da alma a este barrio.

También verás algunos monumentos interesantes como la mezquita de Al-Andalus, construida en 1321 y famosa por su minarete verde y blanco.
La puerta central de Fez el Bali es Bab Boujloud. Al dirigirse hacia esta inmensa puerta antigua, se encontrará con una magnífica panorámica del monumento más popular del barrio: el minarete de la escuela coránica de Bou Inania, situada a pocos pasos de la puerta de Bab Boujloud.
La puerta azul resulta aún más fascinante a la luz mortecina del crepúsculo. Para disfrutar aún más del espectáculo, siéntese a tomar un té a la menta en la terraza del café La Kassbah por unos dirhams.

Visite gratuitamente los jardines de Bou Jeloud:

Para descansar del ajetreo de la medina, puede relajarse en los jardines de estilo francés situados fuera de las murallas de la medina, cerca de Bab Boujloud.

Perfectamente cuidados y ajardinados, estos jardines proporcionan un vital telón de fondo verde a la ciudad. El mejor momento para hacerlo, como los lugareños, es al atardecer.
Es un momento ideal para pasear serenamente por los senderos bordeados de flores, fuentes que gotean suavemente y árboles que parecen componer sinfonías con los pequeños cantos de los pájaros que han invadido sus ramas.

Médersa el-Attarine:

Esta escuela teológica construida por Abu Said en 1325 es una perfecta ilustración de la suntuosa arquitectura meriní.
Su patio es una admirable y vívida demostración de la sofisticada decoración de la época, con azulejos de zellige vidriado y tallas de madera de cedro.

Si sube a la planta superior, descubrirá un laberinto de celdas, que antaño albergaban a los estudiantes de teología de la mezquita Qaraouiyine.
Si sube al tejado, disfrutará de una magnífica panorámica de los azulejos de colores islámicos de la mezquita.
Visite gratis la mezquita Al Quaraouiyine:Construida en 857 d.C. por inmigrantes tunecinos procedentes de la ciudad de Kairuán, la mezquita Al Qaraouiyine fue una de las universidades más ilustres de la época medieval.
Hoy es uno de los lugares de culto más importantes de Marruecos, con una sala de oración con capacidad para 20.000 personas. Con más de 30.000 libros, posee una de las bibliotecas más antiguas de todo el planeta.

Los no musulmanes no pueden acceder al complejo de Fez el-Bali, pero pueden disfrutar de impresionantes vistas de la mezquita desde las azoteas de los restaurantes cercanos.
Basta con inclinar un poco la cabeza para admirar las fuentes, los techos y la cerámica.

En la plaza Nejjarine:

En pleno centro de la medina, cerca del zoco de los carpinteros, la plaza Nejjarine es uno de los lugares históricos más magníficos de Fez.
Esta plaza es conocida sobre todo por su típica obra maestra: la fuente Nejjarine, adornada con esculturas y zellige. De hecho, este tipo de fuente sutilmente decorada suele verse delante de mezquitas o palacios.

La plaza Nejjarine es el reducto de los artesanos. Sería interesante detenerse aquí y ver trabajar a estos artesanos, verdaderos magos que lo transforman todo con sus manos.
Bandejas, lámparas y otros accesorios de cocina parecen brotar de sus manos y cobrar vida ante sus propios ojos.
No olvide tomar una taza de té a la menta y disfrutarlo al sol. Déjese llevar y, por extraño que parezca, se sumergirá por completo en este mundo de martillos.

Museo Nejjarine:

En pleno centro de la plaza Nejjarine, rodeado de talleres de calderería, encontrará el Museo Nejjarine, instalado en un antiguo fondouk reconvertido en museo de artesanía marroquí de la madera.
Aquí descubrirá las habitaciones, con sus puertas grabadas y sus ventanas mashrabiya, donde antiguamente dormían los comerciantes en sus viajes a la ciudad.

El museo cuenta con una magnífica colección de objetos de madera, diseñados con una habilidad y un arte que sólo los artesanos de antaño podían dominar. La entrada al museo no cuesta mucho, pero merece la pena.
Una vez que haya terminado su investigación, suba al tejado del fondouk, donde se ha instalado un salón de té. Pida un té a la menta y disfrute de la impresionante vista panorámica del casco antiguo y, sobre todo, de las tumbas meriníes.

Las curtidurías de Chouara:

Es una visita obligada en Fez. Puede que le moleste el mal olor, pero hay una forma sencilla de aliviarlo: ramitas de menta fresca ofrecidas por un amable empleado, que se pone bajo la nariz.

Las curtidurías casi milenarias de Chouara están escondidas entre los edificios y monumentos de Fez.
No se puede acceder a las cubas, pero sí contemplarlas desde las terrazas de las tiendas de los alrededores. Estas tiendas también ofrecen una vista de pájaro de la ciudad y son un lugar ideal para hacer fotos.
Las tiendas venden babuchas, chaquetas, bolsos y diversos artículos de cuero, así como artículos turísticos.

Taller de alfombras:

Estos talleres se encuentran por todo Fez. La fabricación de alfombras forma parte del patrimonio cultural de Marruecos, y las alfombras marroquíes gozan de muy buena reputación.
Las hacen a mano 3 ó 4 mujeres en pequeños talleres. Estas mujeres continúan la tradición de sus madres y antepasadas.

Se sientan en taburetes bajos frente al telar vertical e imitan los movimientos que les han enseñado.
Pueden tardar varios meses en hacer una alfombra, dependiendo de su tamaño. Aquí también aprenderás que una alfombra de calidad es aquella que ya ha sido lavada y ha conservado el brillo de sus colores.
Por lo tanto, si su alfombra parece haber sido utilizada anteriormente, no se alarme porque así ha sido. Pero lo mejor de todo es que la alfombra que compre en Fez resistirá el paso del tiempo, la suciedad y el aspirado.

Fez el Jedid:

Los meriníes construyeron esta “Ciudad Nueva” en el siglo XIII, cuando se dieron cuenta de que Fez el Bali se estaba quedando sin espacio para sus palacios.
El Palacio Real, bastante imponente y majestuoso, ocupa aquí el centro de la escena (aunque no es accesible al público), mientras que al fondo, mezquitas y escuelas coránicas pueblan las callejuelas.

Esta parte de la ciudad, situada entre el bullicio de Fez el Bali y la Ville Nouvelle de estilo europeo, es un interludio encantado. Se respira tranquilidad, una agradable pausa entre estos dos mundos acelerados.

Mellah:

El antiguo Mellah (barrio judío) se encuentra en Fez el Jedid, al norte del palacio real.
Este barrio de aspecto compacto está formado por calles estrechas salpicadas de bellos ejemplos (aunque muy deteriorados) de las casas de principios del siglo XX que antaño albergaron a la comunidad judía de Fez.

Por supuesto, no se pierda la visita a la renovada sinagoga Aben-Danan.
A las afueras de la Mellah, encontrará el cementerio judío, uno de los lugares más tranquilos y serenos de la ciudad, y un museo judío que contiene una rica colección de objetos que ponen de relieve la vida y la cultura de los judíos marroquíes.

Museo Batha:

El Museo Batha se encuentra en un palacio de verano hispano-morisco construido a finales del siglo XX.
colección del museo presenta una selección de artesanía tradicional marroquí: puertas de madera finamente trabajadas, hierro forjado, bordados, alfombras y joyas.

La atracción estrella del museo es la sala en la que se exponen las famosas cerámicas Fassi de color azul cobalto.
original ornamentación del monumento y el fascinante patio ajardinado, lleno de árboles de sombra y hermosas palmeras, forman un auténtico oasis idílico en el corazón de la ciudad.

Vista panorámica de la ciudad desde el Borj Sud:

Vamos a completar este resumen de cosas gratis que hacer en Fez, o casi, admirando la ciudad desde arriba, esta vez desde el otro lado.
El Borj Sud, un inmenso cementerio envuelto en un sudario blanco, ofrece una vista inefable e impresionante de Fez.
Desde aquí se aprecia claramente el contraste entre la medina y la ciudad moderna, con sus murallas más o menos intactas.