Chefchaouen, la perla azul de Marruecos

Chefchaouen, la perla azul de Marruecos

Chefchaouen la perla azul de Marruecos: Es un auténtico placer visitar Chefchaouen. Súper fotogénica, es conocida como la Perla Azul de Marruecos. Su medina, el centro histórico, encanta a los visitantes con sus casas, callejuelas, calles y pequeños edificios completamente pintados de azul. Además, esta pequeña ciudad está enclavada en el corazón de las montañas del Rif, una región considerada sagrada y lugar de peregrinación donde están enterrados antiguos profetas.

Fue la segunda ciudad de nuestro viaje de 10 días por Marruecos, un país que nos sorprendió mucho. Si piensa viajar a Marruecos

La historia de Chefchaouen

La ciudad de Chefchaouen fue fundada en 1471 por Moulay Ali Ben Rachid, seguidor de un profeta local. En esa época, moriscos y judíos huían a Marruecos para escapar de la Inquisición española. Por eso Chefchaouen estaba completamente cerrada a los extranjeros. El aislamiento era tan fuerte que, cuando llegaron los españoles en 1920, se encontraron con judíos que seguían hablando una lengua que no se oía en España desde hacía 400 años. Cuando los españoles regresaron, muchos refugiados judíos se trasladaron a Israel.

¿Por qué Chefchaouen es azul?

La tradición de pintar los edificios de azul tiene motivos religiosos. Los judíos creían que pintándolo todo de azul recordaban a la gente que Dios y el cielo estaban por encima de todo lo demás. Bonito, ¿verdad? Y a día de hoy, aunque la mayoría de los judíos se han marchado, la población sigue pintando la ciudad del color que representa el cielo y el paraíso. De hecho, ahora se sabe que tiene otras ventajas, como mantener alejados a los mosquitos, practicar la calma y atraer a los turistas.

Qué hacer en Chefchaouen

Además de admirar la medina azul, Chefchaouen tiene uno de los mejores zocos (mercados) que he visto en todo Marruecos. Montones de tapices de colores, babuchas bordadas, cerámica y especias. Pensé que sería mejor dejar las compras para Marrakech al final del viaje, pero luego me arrepentí porque no vi tantas cosas bonitas juntas en ningún otro sitio.

Otro programa imperdible es deambular sin rumbo por las callejuelas y escaleras azules. Tome fotos de las puertas bellamente decoradas de las casitas que hay por el camino. Baje hasta llegar a la plaza principal, donde podrá hacerse un tatuaje de henna. Hay varios cafés y restaurantes donde tomar un delicioso té marroquí a la menta. Y pruebe el zumo de naranja recién exprimido en las callejuelas. La fruta es uno de los tesoros de Marruecos.

Para los aventureros, y para los que se queden más tiempo, es bueno saber que en los alrededores montañosos de Chefchaouen hay varios senderos que conducen a preciosos miradores, desde donde se puede tener una vista panorámica del centro histórico azul de la ciudad.

Dónde alojarse en Chefchaouen

Nos alojamos en la medina, que es sin duda el mejor lugar para alojarse. Nos alojamos en Dar Zambra, una pensión tradicional con pocas habitaciones y un trato muy personalizado. El desayuno se servía en la terraza desde donde se podía contemplar la vista de las montañas y la medina azul de abajo.

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Si duerme allí una noche, experimentará cómo le despierta a las 6 de la mañana (foto de abajo) la llamada a la oración procedente de la mezquita. Los musulmanes rezan al menos 5 veces al día y esta llamada se propaga desde el minarete de las mezquitas.

Cuánto tiempo quedarse en Chefchaouen

Nosotros nos quedamos un día y fue suficiente para ver los principales lugares de interés. Lo ideal es dormir una noche para poder recorrer la medina antes que los numerosos visitantes que llegan cada día. Hacia las 12 del mediodía, las calles empiezan a llenarse de gente y vuelven a calmarse hacia el final de la tarde.

Cómo llegar a Chefchaouen

Llegamos en coche desde Casablanca. Como ya he mencionado, viajamos en un tour privado con conductor organizado por Sahara Morocco Tours. El trayecto de Casablanca a Chefchaouen duró 5 horas (unos 340 km).

Se puede llegar en autobús desde Casablanca, Tánger, Rabat y Fez. El aeropuerto más cercano está en Tánger, a unos 120 km, que recibe vuelos de Europa y otras partes de África.